por su firmeza y resistencia.
El olivo le reprochaba a la caña,
el porque se inclinaba facilmente
ante los vientos, y èsta callaba.
Poco despuès se siente un viento
que golpea cada vez màs fuerte,
la caña, acamada por los vientos,
se salvò con facilidad; en cambio
el olivo al intentar resistir el venda-
val, se rompiò con violencia.
Excelente poema del que se deduce una gran reflexión. Las apariencias a veces engañan, no por ser más grande se soportan mejor las inclemencias de la vida, la flexibilidad permite ir en la dirección que soplen los vientos sin que se rompa. Me ha encantado, amiga. Abrazos.
ResponderEliminarHay que dejar fluir la vida en todo, sin resistencia ni ir contra corriente. La Naturaleza.
ResponderEliminarEn pocas palabras, una profunda reflexión, querida, Ross.
Besos, guapa.)