lunes, 13 de noviembre de 2017

Promesas




Al escribir esta palabra me vienen a la
memoria recuerdos de antaño , en donde
aquellas promesas incumplidas genera-
ban en mì un vacìo en el corazòn el cual
se llenaba con  la siempre cruel pero fiel
soledad.
Seguramente soy el menos indicado pa-
ra exigir el cumplimiento de una promesa,
pero es inevitable no sentir tal derecho ,
màs aùn si la promesa alimentò mis   
ilusiones, de cuyo fruto abriguè mis espe-
ranzas.
Sentado en mi velero, contemplando el
espacioso mar, esperaba ansioso su llega-
da, llegada que con el tiempo parecìa con-
vertirse en ausencia, màs, yo permanecìa
 fiel, como vigilàndo el retorno de alguièn
que vuelve de un largo viaje, dejàndo de
 cuando en cuando mensajes cortos como 
si fueran migas de pan que conducìan a
 ese mundo que necesitaba de su presencia
para seguir existièndo.

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